En términos generales, las personas asocian la palabra “logotipo” con la identidad e imagen de una marca o empresa. Sin embargo, los íconos que vemos representando a las marcas, no siempre son el logotipo. Dentro de este mundo de la identidad de la marca e imagen corporativa, también existen el isotipo, el imagotipo y el isologo.
El propósito de todos es posicionar y promover la marca o producto, pero cada palabra se refiere a un elemento gráfico diferente. A continuación, te explicaremos las características y diferencias entre cada una.
1. Logotipo
Este es el término más común para la representación gráfica de una marca. El logotipo se refiere al estilo distintivo de letras, abreviaturas o palabras. “Logos” significa palabra.
Por lo tanto, un creador de logos no es la manera más correcta para referirnos a un diseñador, pero tampoco es la forma en que nos referimos al encargado de crear el nombre de la empresa.
Un logotipo es la representación visual de una marca basada en una palabra o colección de palabras. Por ejemplo, las letras rojas y curvas que deletrean Coca-Cola, o la fuente emblemática que nos permite leer Disney.
2. Isotipo
La parte simbólica o icónica de una marca. El isotipo es la representación de una marca sin el uso de su nombre. La sirena de Starbucks, la manzana de Apple y el cocodrilo de Lacoste, por ejemplo.
3. Imagotipo
Esta se refiere a la combinación del logotipo y el isotipo. El imagotipo es cuando se presentan los elementos gráficos en conjunto con el texto. En este caso, las partes se pueden separar sin problema alguno y ambas serán reconocibles.
Por ejemplo, ubicamos perfecto la tipografía de Adidas y también reconocemos la ilustración del animal, aunque estén separados.
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4. Isologo
Finalmente, el isologo se refiere a una identidad gráfica en donde los elementos gráficos no se pueden separar de los elementos de texto. Es decir, si le quitaras la imagen al texto (o viceversa), se perdería una gran parte de lo que ayuda al consumidor a identificar la marca.
Por ejemplo, el isologo de Burger King, Hewlett Packard y BMW. Los elementos deben estar juntos siempre para que no se distorsione la identidad gráfica.
Crear una marca
La creación de una marca es un proceso esencial para cualquier empresa o producto. En pocas palabras, se trata de dar vida a la identidad de tu negocio. ¿Cómo se logra esto?
Primero, debes definir la personalidad de tu marca. ¿Cómo quieres que la gente te vea?, ¿cuáles son tus valores y la promesa única que ofreces? Esto establecerá las bases para todo lo demás.
Luego, llegamos a la parte visual. Aquí, los colores, la tipografía, las formas y los patrones entran en juego. Cada color evoca emociones diferentes, así que elige una paleta que refleje lo que quieres transmitir. La tipografía también es clave, ya que comunica la personalidad y el tono de tu marca.
Pero la creación de marca no se trata sólo de lo que ves. También involucra definir tu propósito, tu audiencia objetivo y tu propuesta de valor. Y, por supuesto, el nombre que elijas para tu marca.
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